Se obtiene a partir de la radiación solar. La podemos aprovechar para producir energía eléctrica y térmica. Para ello utiliza tecnologías como sistemas fotovoltaicos, sistemas de calentamiento solar de agua/aire y concentradores solares.
Se obtiene a partir del viento. Con ella podemos generar energía eléctrica a partir de tecnologías como turbinas eólicas instaladas en tierra o en mar. Su aplicación requiere de estudios de evaluación del recurso y de integración a la red eléctrica.
Aprovecha el calor interno de la tierra para generar electricidad y climatizar edificaciones. Su aprovechamiento requiere de estudios geológicos y geoquímicos de fluidos y rocas para la prospección y explotación sustentable de sistemas geotérmicos.
Consiste en el aprovechamiento de biomasa (materia orgánica e industrial) para la producción de biocombustibles. Recientemente se ha aplicado el concepto de biorefinería para además obtener otros productos con valor agregado para el sector industrial.
Para garantizar el desarrollo sostenible se deben considerar 4 ejes: Economía, sociedad, naturaleza e instituciones. Es importante generar conocimiento e impulsar políticas energéticas que contribuyan a la eficiencia y seguridad energética, la equidad social y la mitigación del cambio climático.
Las fuentes de energías renovables son aliadas para hacer frente a problemas de agua y alimentación, como es el caso de la aplicación de la energía solar para el saneamiento y remediación del agua o deshidratación de alimentos para su preservación.
Para hacer frente a la variabilidad de los recursos energéticos renovables es necesario integrar diversas fuentes renovables de energía y sistemas de almacenamiento en arreglos que garanticen un sistema eléctrico estable y seguro.
Se genera conocimiento básico y aplicado para el mejor aprovechamiento de las fuentes renovables de energía.