En las secciones anteriores se definió la eficiencia térmica así
como el coeficiente de funcionamiento (coefficient of performance,
cop) como una medida del desempeño de los dispositivos. Ya que estos son
definidos con base en la primera ley se conocen como eficiencias por
primera ley . Sin embargo esta eficiencia no hace referencia al
máximo desempeño posible.
Como ejemplo considere dos máquinas térmicas, ambas con La eficiencia térmica
Ahora es evidente que la máquina térmica tiene un potencial de
trabajo más grande que la máquina
. Es decir que la máquina B
se desempeña pobremente ante la máquina, aun cuando ambas tienen la
misma eficiencia térmica.
Para medir el desempeño de los dispositivos definimos la eficiencia
de segunda ley como la relación entre la eficiencia
térmica real y la eficiencia térmica máxima posible (reversible)
tal que,
La eficiencia de segunda ley también puede expresarse como la relación entre el trabajo útil y la salida de trabajo máximo posible (reversible), tal que
También es posible definir una eficiencia para dispositivos no cíclicos (como compresores) y cíclicos (como refrigeradores o bombas de calor), que trabajan con la entrada de trabajo, así podemos escribir
Para dispositivos cíclicos como refrigeradores y bombas de calor podemos expresar la eficiencia por segunda ley como
Las definiciones anteriores para la eficiencia por segunda ley no se aplican a dispositivos que no están destinados a producir o consumir trabajo. Por tanto es necesaria una definición más general. Sin embargo no hay un acuerdo en una definición general de eficiencia por segunda ley, por lo que se pueden encontrar diferentes definiciones para el mismo dispositivo. La eficiencia por segunda ley está ideada para servir como medida de aproximación a la operación reversible, por ello su valor debe cambiar de cero en el peor de los casos (destrucción completa de exergía) a la unidad en el mejor de los casos (sin destrucción de exergía), así podemos definir